Hoy decidí que era el día perfecto para darle un nuevo look a mi dormitorio. Después de mucho pensarlo, decidí que pintaría las paredes de yeso de un color crema suave y añadiría algunos toques de color en las almohadas y cortinas. Pensé que sería una tarea sencilla, pero me equivoqué. Primero, me di cuenta de que había comprado la pintura de la marca equivocada y no cubría bien. Tuve que volver al centro de bricolaje a comprar una nueva. Luego, cuando empecé a pintar, descubrí que había grietas y fisuras en la pared que no había notado antes. Tuve que rellenarlas con masilla y esperar a que se secara antes de poder continuar con la pintura. Finalmente, después de varias horas de trabajo y varias interrupciones, logré terminar de pintar la pared. Aunque al principio fue frustrante, al final estoy muy satisfecho con el resultado y aprendí algunas lecciones valiosas para la próxima vez. Hasta la próxima,
Construcción de monoambiente para anexsar a la casa